El poder de liberar lo que no se ve: El Código de la Emoción
A veces cargamos con cosas que no entendemos del todo. Sentimos un nudo en el pecho, una tristeza que no sabemos de dónde viene, una ansiedad que se activa sin razón aparente... Y nos preguntamos: ¿qué me pasa? ¿por qué me siento así si todo “está bien”?
La respuesta puede estar en algo que no vemos, pero que sentimos: emociones atrapadas.
¿Qué es el Código de la Emoción?
El Código de la Emoción, creado por el Dr. Bradley Nelson, es una técnica energética que ayuda a identificar y liberar emociones atrapadas en el cuerpo. Estas emociones no procesadas —restos de experiencias intensas del pasado— pueden quedarse “guardadas” como pequeñas esferas de energía que generan bloqueos, malestar físico, confusión emocional o patrones repetitivos.
Tal vez viviste algo que te dolió mucho, pero no pudiste expresarlo. Tal vez tuviste que “ser fuerte” o simplemente no sabías cómo manejarlo en ese momento. Eso que no se liberó, se quedó adentro.
¿Cómo funciona esta técnica?
El proceso es sorprendentemente sencillo, pero profundo:
A través de una prueba muscular y con la ayuda de la tabla de emociones creado porel dr. Bradley Nelson,el cuerpo revela qué emoción está atrapada.
Luego, usando un imán sobre el meridiano gobernador del cuerpo, esa energía emocional se libera con suavidad.
Y lo más hermoso es que no hace falta revivir el dolor, ni entender todo con la mente. El cuerpo sabe. El subconsciente guía. Y la energía se libera.
Emociones atrapadas y el “muro del corazón”
A veces, esas emociones atrapadas se acumulan en torno al corazón, formando lo que el Dr. Nelson llama un muro del corazón. Es una barrera energética que se construye —sin darnos cuenta— para protegernos del dolor... pero que también nos impide sentir amor, conexión, claridad o motivación.
Liberar ese muro puede tener efectos muy profundos: mejora la forma en que nos relacionamos, se disuelven patrones de autosabotaje, aparecen nuevas ganas de vivir.
¿Y si la persona no está presente? ¿Se puede igual?
Sí. El Código de la Emoción permite trabajar a distancia, gracias a un principio llamado test por sustitución o proxy. Es decir, otra persona (como el terapeuta) puede actuar como “puente energético” y realizar la sesión en nombre del consultante.
Puede sonar extraño, pero funciona con la misma lógica que una corriente eléctrica que se transmite entre personas que se tocan. Hay conexión energética. Hay intención. Y hay resultados.
Este método es especialmente útil en bebés, personas con limitaciones físicas o mentales, animales, o simplemente cuando la persona está en otro lugar del mundo.
¿Qué tiene que ver todo esto con la ciencia?
Aunque muchos ven esto como algo espiritual (y lo es, en parte), también hay bases científicas que lo respaldan:
Física cuántica: habla del entrelazamiento cuántico, donde dos partículas pueden influenciarse sin importar la distancia.
Neurociencia: muestra cómo los cerebros de personas conectadas emocionalmente pueden entrar en sincronía (como madre e hijo, o entre parejas).
Psicología energética: estudia cómo las emociones afectan al cuerpo y viceversa.
Todo esto nos dice algo muy simple y poderoso: estamos profundamente conectados.
La energía se transmite. Las emociones también.
¿Nunca te ha pasado que entras a una habitación y sientes que hay tensión, aunque nadie diga nada?
¿O que alguien sonríe y, sin darte cuenta, tú también sonríes?
Eso es energía emocional en acción. No es magia. Es naturaleza humana.
Nuestras emociones tienen una frecuencia. Vibran. Se sienten. Se contagian. Y también... se pueden transformar.
Una sesión, un proceso, un compromiso contigo
Muchas personas llegan a este tipo de terapia esperando que en una o dos sesiones todo cambie. Y a veces ocurre: hay desbloqueos muy potentes. Pero, como en todo proceso real, la transformación lleva tiempo, compromiso y apertura.
Yo siempre lo digo con cariño y honestidad:
la terapia funciona si tú te implicás.
No si vienes a “ver qué me hacés” como si esto fuera algo externo a ti.
Esto es un trabajo en equipo.
Mi rol es acompañarte, guiarte y darte herramientas. Pero tú eres quien tiene el poder de transformar tu historia.
Recuerda esto:
- No todo se resuelve en una sesión.
- No siempre entenderás todo en el momento.
- Pero si te comprometés contigo, algo empieza a moverse.
- Y eso, a veces, es el principio de una gran transformación.
¿Estás listo para soltar lo que tu cuerpo ya no quiere cargar?
Estoy aquí para caminar contigo ese camino.

Añadir comentario
Comentarios